Que una mina te rompa el corazón en algún
momento de tu vida, es inevitable. Que la misma mina te rompa el corazón dos
veces en distintas etapas de tu vida, es por lo menos curioso (y te hace sentir
como un verdadero pelotudo).
Se llama(ba) Pamela, y durante toda
nuestra secundaria me había roto la cabeza de buena que estaba. Durante ese
periodo, del cual tengo pocas cosas interesantes para acordarme, estuvimos de
noviecitos, hicimos un par de chanchadas, y después….Se mandó a mudar a Europa.
Resulta que su viejo había conseguido un laburo más que redituable en
Inglaterra. Y me dejó ahí, con la ñata contra el vidrio en el aeropuerto,
viendo como un avión de mierda se la llevaba a la puta madre. Estaba enamorado,
o lo mas enamorado que se pueda estar a los 16 años.
Diga lo que se diga, y a pesar de las
pruebas irrefutables, nunca me había podido sacar de la cabeza a Pame. Era algo
así como un trauma que me llevaría varias horas de diván desterrar (o varios
litros de liquido elemento no esencial, u horas de juerga, lo que llegase
primero).
Con el pasar de los años vino nuestra
introducción al mundo de la informática, y con Pame nos habíamos puesto en
contacto vía imeil, contándonos pelotudeces, como por ejemplo de lo bien que ella
la pasaba en Londres, y lo extrañamente bien que la pasaba yo en este rincón
olvidado del tercer mundo (que en esa época, 2001, parecía el último mundo), mandándonos
fotos, en las cuales me mostraba lo buena que estaba, de hecho estaba
increíblemente buena, boludamente buena. Más buena que viajar a Bariloche con
un colegio de monjas, más fuerte que la casa del tercer chanchito.
Obviamente vía imeil el fuego cruzado y
las amenazas de desmembramiento carnal, al mejor estilo Saw eran ya demasiado
explicitas: “Te voy a partir al medio”
“Vas a terminar pidiendo auxilio” “No te salva ni el grupo GEOF” “Cuando vaya
por allá vas a saber lo que es bueno” y ese tipo de cositas.
Hasta que un buen (?) día vía emeeseene:
Pame Dice:
. Hola, estás sentado?
Estropajo dice:
. Hooola Diosa, si si, qué pasó?
Pame Dice:
. En septiembre voy para allá… Y NO TE
SALVÁS!
Entre otras yerbas eso decía la
conversación, pero resulta que allá por septiembre al señorito Laden Bin y a
sus muchachos se les ocurrió hacer el tráfico aéreo un poco más complicado que
de costumbre, así que el encuentro se pospuso para el verano del 2002, momento
de vacaciones, mucho sol, poca ropa, excesos de todo tipo y demasiado desorden
hormonal…
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