Nos hace ver mas
lindos, nos sentimos mas fuertes y capaces, nos hace creer que somos John
Travolta en plena fiebre de sábado a la noche (cuando lo cierto es que nos
parecemos más a Stephen Hawking después de publicar la Teoría del Todo), las
hace ver hermosas (aunque en realidad sean más feas que una tormenta de arena),
nos hace “durar” más (guiño-guiño).
El alcohol es un
asesino silente, o sea, te manda a la puta que te parió de a poco, cuando te
queres dar cuenta tenes hígado graso, cirrosis, y no se cuantas podredumbres
más, pero lo cierto es que mientras te va arrastrando a la tumba te va
entreteniendo un poco.
Como yo siempre digo:
“Una de las malas costumbres que tenemos
los hombres es calificar a las mujeres por la cantidad de alcohol que
necesitamos ingerir para poder soportarlas”. Lo dije tantas veces que a
raíz de esto con los nenes surgió una especie de “Escala alcoholimétrica” algo
así como la escala de Richter, pero más movidita, mas nauseabunda y con más
faldas de por medio…
-Mujeres clase 1
(vaso de agua)
Está muy buena, tiene
que estarlo, de la cabeza a los pies, bien vestida, perfume estimulante, buen
físico, buena charla, dentadura completa y derechita. El tipo de mina a la que
le entrarías literalmente con un vaso de agua mineral en el organismo.
-Mujeres clase 2
(cuatro vasos de birra helada)
Está decente, todavía
huele bien y tiene algo de coherencia para vestir, puede dejar entrever una pancita medio descuidada (estilo
tráfico de embutidos), pero ya estás medio desinhibido y con ganas de agitar el
cuerpo en cualquiera de sus formas, así que lo dejas pasar.
-Mujeres clase 3 (
Dos botellas de birra o medio litro de ferné’)
Sigue bastante
decente, le cuesta coordinar lo que se puso, y tenés tus serias dudas si lo que
viste esa noche no estará lavado o el olor a chivo proviene de otro lugar, es
probable que falte algún que otro premolar. Te sentís enfiestado y envalentonado,
así que en este punto la tarea es un poco más para “valientes”.
-Mujeres clase 4 (Dos
botellas de ferné’ o una de tequila o media de whisky)
En este caso la
capacidad de elección esta condicionado al nivel de enfieste, la graduación de
los anteojos y el horario. Evidentemente el nivel de este tipo de flaca (si
tenemos suerte que sea flaca), baja
sustancialmente, podemos dejar pasar un aroma extraño, algo de comida entre los
dientes, algún “peinado” extraño, etc.
-Mujeres clase 5 (una
botella y media de José Cuervo especial o una de Jack Daniels)
Te cuesta mucho
centrar la vista, así que no estás muy convencido si es lo que queres, pero ya
la agarraste, y agarrar otra te va a costar un huevo y la mitad del otro, así
que te quedas con eso nomás.
-Mujeres clase 6 (una
botella de whisky mal destilado o diez cajas de vino de cartón)
Estado “Superman”, te sentís capaz de cualquier
cosa. Y si… Para agarrar lo que agarraste tenés que ser capaz de cualquier cosa.
El tipo de mina de esta clase son de las que te dan ganas de llamar a la
perrera después de despertarte.
-Mujeres clase 7 (más
de dos botellas de dudosa proveniencia, no testeadas bromatológicamente)
Te cuesta demasiado
mantener los ojos plenamente abiertos, el ruido te parece ensordecedor, aunque
estes en un velorio, o en medio de la pampa húmeda a las tres de la mañana, no sabes
a ciencia cierta si lo que agarraste es de la especie humana (No recomendable
para personas sensibles).
-Mujeres clase 8
(experimental)
A esta altura, y ya
con tiempo adicionado al reglamentario: Si respira ¡mejor!
ES MUY BUENO!
ResponderEliminarAve María! si nos habrá pasado.
ResponderEliminarNo se salva nadie, a todos nos tocó en algún momento...
ResponderEliminarEsta escala es global!
ResponderEliminarPasa tanto en Salta como en Ceuta!
Bienvenida la gente de España!
EliminarBienvenidos los amigos Estropajos del otro lado del Atlántico!
ResponderEliminarJAJAJAJA Saludos desde el norte de Africa
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