miércoles, 28 de marzo de 2012

62- La frase de la semana



¿Por qué será que a la hora de cagar todo el mundo se pone a filosofar? (El Estropajo, en el baño. Todo un poeta)

martes, 27 de marzo de 2012

61- El Estropajo creciendo con amor II


 
Bueno, la situación era la siguiente, estaba yo, en la casa de no se quién, bailando un lento de moda a los once años con la mina más linda y trola de la escuela (no explico más, repasen el post anterior manga de vagos). La canción estaba en su punto álgido, y en ese momento siento como que Victoria me abraza más fuertecito. Miren: Si a los treinta y pico los hombres con “experiencia” no sabemos interpretar el errático lenguaje corporal de una mujer… ¡Imagínense a los once lo idóneos que éramos! Pero en ese momento sentí que era la oportunidad mandar todo el equipo al ataque:

- Estás muy linda hoy Mavi- Entiéndase María Victoria.

-¿Ah? – Por lo visto ella no entendió un pedo.

- Que estás muy linda- Insistí levantando la voz por sobre el “when you're close to me,i can feel your heart beat" de Phill Collins

- ¡Ah! Gracias- Dijo sin ningún tipo de entonación.

- Mira Mavi, yo gusto mucho de vos…- Frase solo para nostálgicos, ¡Un verdadero suicidio intelectual!

- Esteeem, mira, me pareces muy lindo peroooooo – Dijo monocorde.

- Pero ¿Qué? – Pregunté viendo como mis posibilidades se escapaban como De la Rúa en el helicóptero.

- En este momento me gusta mucho Carlitos, y estoy viendo si “se me larga” esta noche, si no hace nada, arreglamos para el lunes ¿Dale? – Inquirió como si se tratase de un turno con el dentista.

- Ehhhhh, bueno, dale.

Y no pude decir nada más, me limité a soltarle la cintura al momento que Phill soltaba la frase “wouldn't you agree, baby you and me got a groovy kind of love”, y me hice hacia atrás despacio, como quién deja un castillo de cartas y no quiere que el retumbar de los pasos lo tire.
Media hora mas tarde La Chueca se había puesto de novio con Carlitos, quien se pavoneaba con la codiciada presa de la mano por la casa.
Ese es el primer tropezón romántico del que puedo acordarme (sin contar el de mi maestra de jardín de infantes, y el de mi vecina de la otra cuadra, doce años mayor que yo).
No volví a intentar nada con La Chueca hasta que egresamos, pero volví a encontrarla cuando yo cursaba cuarto de secundaria, yo había dejado de ser enano, pero seguía siendo un imbécil, iba por la calle con los auriculares al mango, Phill Collins y Chris de Burgh habían dado paso a Kurt, James y Kirk y a algunos otros personajes de los que no voy  a hacer mención por temor a las gastadas:

- Estrop… ¡Eh! ¡So’ vo’! – Vociferó al oído sacándome los auriculares y atentando contra la salud de mi tímpano.

- Hola ¿Cómo andás?- Ahora el monocorde era yo, pero no por resentido si no por que no sabía quién puta era.
Sinceramente estaba irreconocible, un poco más grande, y no solo de edad, si no de anchura, y cuando digo un poco más grande, me refiero a unos veinte kilos, veinte kilos por cada pierna.

- ¿No te acorda’ de mi? ¡Soy La Chueca boló! ¡La Mavi! – Dijo agitando los brazos como si fuera a atajarle un penal al Diego.
Ahora si la reconocía, me tenté mucho de decirle “estás hecha poronga mami”, pero opté por actuar como un caballerito.

- ¡Cómo no me voy a acordar de vos! Estás divina – Mentiroso de orto.

- Que uniformecito de colegio cheto ¿Eh? Tas lindo pendejo. ¿ Te acorda’ como me querías voltea’ cuando estábamo’ en la e’cuela? ¿Eh? ¿Te acordaaaaa’?- y mientras decía esto movía la cabeza de adelante hacía atrás, como asintiendo, y yo no sabía si realmente me había visto lindo o se imaginaba el bife a caballo que la esperaba en casa para almorzar. Debo confesar que en ese momento sentí un poquito de miedo, tanto como para subirme en el primer bondi que parase en esa esquina, así me llevase a la mismísima mierda.

- Ehhhh, si, colegio… Mirá, justo me agarraste con poco tiempo, cualquier cosa nos vemos ¿Eh? – Y yo pensaba “por favor Diosito mandame un salvavidas, te juro que no me pajeo ni fumo nunca más”.

- Pero ¡e’pera! ¿Cuándo queré’ que nos veamo’? Así te llevo a mi casa – Sinceramente la idea de sexo con un personaje de ese calibre, a esa altura de mi vida, rozaba más con la idea de la zoofilia que otra cosa, así que justo al momento en que el inconfundible  freno del bondi sonaba a mis espaldas, y con un pie en las escaleras le dije:

- ¿Te parece dentro de unos cinco?

-¿Días? – Preguntó.

- ¡Si, si!- Dije, y nunca más volví a pisar esa zona de mi ciudad. Por temor a ser violado por Mavi, o peor… Ser devorado por ella.

martes, 20 de marzo de 2012

60- Estropajo creciendo con amor.




Se llamaba María Victoria, íbamos a sexto grado, y era una de las minas más trolas de la escuela. O sea, todo lo trola que se puede ser a los once años. Sus noviazgos solían ser tan efímeros como un pedo en una canasta, y como estaba más buena que tener hora libre, esta niñita solía tener una bandada de buitres en plena revolución hormonal dando vueltas por encima de su enrulada cabellera, esperando el momento en el que el noviecito de turno dejara el lugar vacío para poder reclamar una porción del botín.

En esa época yo era un pendejo de sexto, medio bajito (por no decir enano, ya que ese era realmente mi apodo escolar), pinta de boludo, estudioso a más no poder, cualidad que perdí en algún momento entre segundo y tercero de secundaria, olvidado en algún manual Santillana de historia, mezclado con discos de Nirvana o Stevie Ray Vaughan, pero bueno, eso es otra historia. Como les decía yo era un pendejo tarado de sexto, pero era parte del rebaño, de la comunidad, de eso que todos llaman “compañeros”, pero, ¿Saben que? Compañero son los huevos, cuando a María Victoria se le ocurría dejar a su noviecito por vaya a saber que puta razón, todos los demás pibes nos cagábamos a golpes para ver quien iba a ser el próximo en la ya larga lista de la queridísima “Chueca”.

Al momento de su ruptura con “Javier”, estábamos en una de esas reuniones de sábado a la nochecita en casa de algún padre que tenía suficiente paciencia (o suficiente alcohol) para soportarnos. Papitas fritas van, gaseosita viene, el último cassette de “The Sacados” sonaba en el minicomponente Winco del dueño de casa, y este humilde servidor tenía turno para por lo menos cuatro temas para bailar con La Chueca, turno que me había costado, después de una ardua serie de negociaciones con Carlitos, nueve figuritas de “las difíciles” del álbum de Italia ’90, álbum que nunca llegué a completar culpa de esta riesgosa inversión. Pero el que no arriesga no gana, y después de un guiño de ojo al Carlitos, que estaba de discjockey de turno (pause and play en la doble cassetera), éste cambia bruscamente de tema para pasar de “A mi chica le gustan las de miedo” a “Lady in red”, y antes de que el pobre Chris de Burgh pudiera empezar a lamentarse con “I've never seen you looking so lovely as you did tonight…”, yo ya tenía agarrada a Victoria de la cintura…

miércoles, 14 de marzo de 2012

59 – 2012 Se va la última


De acuerdo con la mayoría de los licenciados, todos ellos altamente facultados y con más doctorados en ciencia que el mismo Carl Sagan(ejemplos: Squirru, Horangel, Marley y no se que más mierda), respaldado por una civilización super avanzada y todavía vigente: Los Mayas (¿Cómo?  ¿Se extinguieron?), y ayudado por las más avanzadas técnicas de adivinación desarrolladas en países a la vanguardia de esta rama: Jamaica, Haití, India,  etc. ESTE SERÍA EL ÚLTIMO AÑO DE VIDA DE NUESTRO QUERIDO PLANETA TIERRA.

O sea no more minas, no more joda, no more ferné’, no more música ¡No more! ¿Entendés?..

Che veinte-doce
 Si de verdad vas a ser el último queremos decirte alguito:
Somos el grupo de “El Estropajo”,
 Y te vamos a plagar de sexo, drogas y rock n’ Roll.
Y si es como yo sospecho y no sos el último...
VAMOS A PROCEDER DE IGUAL MANERA
Por maricón y escandalizador.
SABELO.

Damas y caballeros (Especialmente las damas): Bienvenidos al Estropajo 2012. Enjoy da Show (Por que no sabemos cuando puta se irá a acabar)